miércoles, 18 de marzo de 2009

Bondades de nuestro tiempo


A lo largo de mis 40 años muchas personas me han dicho que soy muy buen conversador, que tengo gran facilidad para las relaciones publicas, que tengo don de gente, que se escuchar, en fin, una serie de atributos que podríamos resumir en un solo defecto… me encanta el chisme. Todo este preámbulo viene por los reencuentros que se han dado con mis amigos de la prepa gracias a Facebook, reuniones cargadas de emoción, entusiasmo, sorpresas, recuerdos y en gran medida de chismes, algunos recientes, otros mas añejos, pero los mas sabrosos son los que se quedaron inconclusos, si esos sucesos que en algún momento de mi vida eran el centro de mi atención y de mis amigos y ahora 23 años después me entero el por que tronaron “Zutanito” y “Perengana”. Pues resulta que “Zutanito” se encamo con “Mernengana”, ¿en serio?... siempre supe que “Merengana” era facilota (aunque nunca conmigo), pero no sabia lo de “Zutanito” y por culpa de ese acontecimiento “Perengana” se caso con un lanchero, ¿NO?. Que Fulanito lloro en la boda de su ex y que le pidió que se fuera con el, ¿Cómo crees?... en fin podría seguir y seguir, pero seguramente acabaría exhibiendo a alguien. El punto de este post es… ¡que sabroso es el chisme! y añejado es como un buen Jamón Serrano, nunca es suficiente y bendita la tecnología que me ha permitido encontrar la piezas del rompecabezas que me hacían falta.

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