El concierto del primo de Juan Gabriel

El viernes de la semana pasada me encontraba resignado, ya que veía como varios de mis amigos presumían en FB que en pocas horas verían al maestro Peter Gabriel, y aunque me moría de ganas de asistir, ya que a el concierto que más me ha gustado en mi vida, fue precisamente cuando en el 93 fui testigo del Peter Gabriel´s Secret World Tour, en donde discretamente lo acompañaban Tony Levin, Manú Katché, Shankar, Sinead O´Connor y varios tullidos más, además en esa ocasión el buen Peter regreso al escenario en cuatro ocasiones, causando que varios de los asistentes mojáramos los pantalones, pero en esta ocasión ya estaba decidido, no asistiría al Foro Sol, ya que cuando estas jodido, estas jodido. Alrededor de las 5 y media de la tarde recibo una llamada, era la mismísima Melcat, “¿Qué van a hacer en la noche?”, “La verdad es que no tenemos plan”, “¿Quieren ir a ver a Peter Gabriel?”, “Mmmmm, cuéntame la historia…”, “Al castor le regalaron 4 boletos”, en ese momento sentí como mis pulmones se llenaban de aire y una sonrisa inmensa invadía mi cara y tan solo acerté a decir “¡ SI !... déjame decirle a mi vieja y vemos que hacemos con la chamaca”.
Ya platicado con mi vieja, llevamos a la chamaca a casa de mi mamá y nos encaminamos con rumbo al hogar de Melcat. El boleto del concierto decía que empezaba al las 20:30 hrs. y llegamos pasaditas las 8 de la noche, pero había que esperar al Castor, ya que el traía los boletos y venia desde Santa Fe. Habíamos planeado llegar al Foro Sol en taxi, ya que siempre hay problema con la estacionada, así que cuando arribo el roedor de cola plana, todavía había que esperar a que pasaran por nosotros, cosa muy rara en mi, estaba tranquilo y la desesperación nunca me invadió (total, yo ni tenia planeado ir). Eran mas de las nueve de la noche cuando llego la taxista (si, taxista fémina) en su poderoso ATROS (Atos by Dodge), que para quien me conozca sabrá que apenas y cupe en el, pero bueno, nos arrancamos raudos y veloces con rumbo al autodromo, no sin soltar un par de chistecillos que consiguieron arrancar la carcajada hasta de nuestra conductora. Ya estábamos frente al Foro Sol, pero como todo en esta ciudad, el Circuito Interior a esa altura esta en embellecimiento para las fiestas del bicentenario, así que nos tuvimos que bajar en los carriles centrales de Rió Churubusco, cruzando la arteria al más puro Yarita, cabe señalar que estábamos justo abajo del puente que lleva al interior del Foro, pero claro, no nos dejaron subir al puente, cual fue la razón real, no lo se, pero adivino que seria por que la vida no es fácil. Total nos mandaron a la Puerta 5, de ahí nos desviaron a la derecha, por la curva plana, caminamos la recta de atrás de pits y al preguntar cual era nuestro acceso, adivinen cual era, exactamente… el que se encuentra debajo del puente peatonal de Rió Churubusco, para entonces ya imaginaba que cuando llegáramos escucharíamos a Peter Gabriel decir “See you soon Mexico City”, pero no, llegamos justo entre la presentación de Travis y la de Peter, así que pudimos ver donde nos acomodábamos, estábamos en la sección “Vaquitas Pastando”, ósea general B, nunca había estado en esta sección y la verdad es que es una gran opción, ya que eres libre de acomodarte en donde quieras, si te molesta que los de adelante le estén quemando los pies al chango, pues te cambias de lugar y ya, que te da sed, pues vas por una chela (por cierto, ¿qué onda con las chelas a $70?, ¿no le pierden?), si te cansaste, te vas mas para atrás y te echas entre home y primera.
Bueno, pasemos al concierto… el maestro Gabriel sigue siendo la neta, todavía se mueve por el escenario, canta igualito, el show de pantallas es buenísimo, sin ser ostentoso, los músicos que lo acompañan son MUY buenos (Tony Levin es el único sobreviviente 15 años después) y en los coros lo acompaña su hija Melania. El concierto pareció una Montaña Rusa, ya que en varias ocasiones lo dejo caer, lo impresionante fue que en el momento que quería prendía a todo el publico, que como ya es costumbre estaba lleno de villamelones que solo fueron para presumir al día siguiente. En lo personal les puedo decir que fue una noche mágica, no solo por el reencuentro con Peter Gabriel, si no por poderlo compartir con mi vieja, si duda eso fue lo que mas me gusto del concierto. Melcat y Castor muchísimas gracias por invitarnos y por ser amigos tan excepcionales.

PD. Ahora si me mande con la narración